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La fiebre monolítica

 

Este año dos mil veinte se podría definir de muchas maneras, como por ejemplo: el año del covid-19, el año que nos ha ofrecido una amplia gama de eventos astronómicos y el año que mas atención hemos prestado a nuestras pequeñas pantallas de nuestros teléfonos u ordenadores. También podríamos definirlo como el año en el que la humanidad cambió para proceder a sus orígenes más oscuros y egoístas, o bien, podríamos definirlo cómo......“ el año idóneo para la viralización y el oportunismo”.



Imagen encontrada en el desierto de Utah.


Sea cual sea la definición por la que nos decantemos, cierto es, que esta última ha dejado una mella importante sobre nuestra sociedad, nuestro comportamiento y sobre todo....lo tremendamente fácil que es llamar la atención de millones de personas con una noticia falsa, cambiada de contexto o simplemente distribuida con la única intención de verificar que sucede o que opinan los usuarios por las redes.


Hemos podido ver durante este año como una noticia de un “supuesto medicamento” para el covid-19 daba la vuelta al mundo a través de blogs, canales de YOUTUBE o el resto de las redes sociales. También hemos visto como durante el confinamiento sucedían algunas situaciones extrañas como por ejemplo: trenes de luces en el cielo que se viralizaban en el contexto ufológico y tan solo un día después se desmentía masivamente sobre su origen extraterrestre, poniendo todos los focos en los satélites Starlink.

A día de hoy 08 del 12 del 2020 en las redes sociales se siguen compartiendo artículos relacionados con esas luces atribuyéndolas al fenómeno ovni.

También hemos podido ver, escuchar, o leer, sobre unos estridentes sonidos que se les puso el nombre de “las trompetas del apocalipsis”, un título sin duda muy acertado para anexarlo a este año dos mil veinte. Cabe recordar que en este último la explicación de algunos “lumbreras” en la materia fue que se trataban de “cielomotos” o lo que viene a ser, terremotos en el cielo, una definición inexistente en la ciencia, por una sencilla razón. No hay terremotos en el cielo.

Durante el mes de marzo de este año, la palabra clave “cielomotos”, circuló a una velocidad increíble, tan sólo unos pocos fuimos los que verificamos este fenómeno, quizás por que es mejor hablar de ello en el contexto de misterio, esto sobrealimenta la incógnita de las personas y si la noticia se extiende “mucho mejor para frecuentar la noticia de vez en cuando”.


LA FIEBRE MONOLÍTICA.

Si algo se ha aprendido durante todo este proceso de adaptación del ser humano sobre la normalización del fenómeno OVNI, es que somos unos tremendos contribuyentes de expansión de fenómenos extraños relacionados con la temática ufológica. Hemos aprendido o (debemos de aprender) que cuando sale una noticia y se expande, se extiende la fiebre social. Si queremos estudiar estos fenómenos debemos de remontarnos hacia el origen de la noticia, dado que una gran parte de todo lo posterior se trataría de falsos testimonios recogidos por las impulsivas ganas de publicar o de llamar la atención, esto genera una tremenda distorsión a la hora de informar o investigar, llevándose con sigo la descontextualización o exageración de la originalidad de un caso o hallazgo.


Y sin ninguna duda es lo que está sucediendo con estos objetos o monolitos metálicos como por ejemplo, el monolito de Utah, por llamarle de alguna manera el “objeto cero”.

Un objeto aparecido en el desierto de Red Rock, visto a través de Google Earth, en el que tan solo se tardó 48 horas en hallarlo.

El objeto es evidente que tiene sus deficiencias en construcción, debido a sus pliegues y remaches de refuerzo interno para evitar la deformación por las tormentas de aire. Por mucho que se hablara en las redes sociales sobre su origen extraterrestre o, que era una señal para rematar este fatídico año, simplemente es un objeto fabricado por la mano humana, y aunque muchos lo atribuyan a una obra de arte, yo personalmente tengo serias dudas por su construcción, que parece mas bien ser improvisada y ensamblada en el mismo lugar donde fue colocado, y por supuesto...... por los acabados que mas bien parecen la obra de un operario de la industria del acero que de un artista.


MISIÓN SIMULADA A MARTE.

En el desierto de Utah desde hace algunos años se están realizando ensayos científicos para simular una estancia en el planeta rojo debido a la similitud que hay entre ambos escenarios, se estudian las temperaturas, microorganismos, y como trabajar en ese tipo de entorno. Aunque nadie se ha pronunciado sobre si el monolito forma parte de este estudio, podría ser una posible explicación, no solo por la estancia del objeto, si no más bien por la coincidencia en las fechas de las pruebas con el objeto.


Imagen de "misión a Marte" en el desierto de Utah. Fuente: http://spanish.people.com.cn/92121/8165913.html


VARIOS MONOLITOS POR EL MUNDO.

Una vez viralizado este monolito, la fiebre social y viralización ha hecho maravillas, en pocos días han ido apareciendo por varios lugares en el mundo como por ejemplo: Rumanía e incluso ayer 07-12-2020 apareció otro monolito en Ayllón de Segovia (España), este último hallazgo descartaría por completo la relación entre artistas en tributo a Jhon McCraken (fallecido en 2011).


Es fácil relacionar el nombre de McCraken con estos hallazgos si vemos algunas de sus obras.

John McCracken - 42 obras de arte - pintura - WikiArt.org


Esta oleada de monolitos se podría decir que es comparable a otras noticias de este año atribuidas al ámbito del misterio, mas bien, yo lo definiría (aunque quizás erróneamente), como un grito en alto a la llamada de la atención de un público que está más pendiente de las redes sociales que nunca, que desde hace meses teclean sin descanso las palabras clave más buscadas de este extraño año dos mil veinte, la palabra MISTERIO.


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